sábado, 30 de junio de 2012

DESEO TU DESEO


La gran mayoría de nosotros debe estar de acuerdo con que las cosas que amamos no son tan importantes como las personas a quienes nosotros amamos. Todos nuestros deseos materiales tales como dinero, poder, salud, longevidad, éxito, el físico perfecto, etc. no se comparan al amor que nace hacia los seres que toman un lugar importante en nuestras vidas. Estos seres están por sobre todas estas cosas, estas personas son las que despiertan las sensaciones más profundas e intensas en nuestro corazón.
Pero aun así, aunque suena bien y tiene mucho sentido, este postulado está incompleto y debo decir que inadecuado de cierta forma. ¿Por qué digo esto? Porque al decir que yo deseo a estos seres especiales por sobre las cosas materiales, estoy diciendo que estas personas pueden ser comparadas a las cosas, en otras palabras estoy poniéndolas en la misma categoría.  Aun diciendo que ellos están por sobre todas las cosas, aun así ligeramente los he puesto en el mismo nivel de todas las cosas que deseo.
Si simplemente deseamos a nuestra pareja de una forma más intensa y profunda de lo que deseamos un aumento de sueldo, un ascenso, un viaje a Europa, el auto último modelo de mis sueños, o cualquier otra cosa que deseemos entonces terminamos tratando a esa persona que amamos de la misma forma que al resto de nuestros deseos. Y puede parecer a primera vista como si esto fuera un alago para estas personas, aparentemente es algo bueno. Pero estamos disfrazando esto con un disfraz de "prioridad" y esto por bueno y apasionado que pueda parecer es simplemente una injusticia. Es injusto que estas personas no estén ocupando el lugar que les corresponde, ese lugar único y trascendental que existe en nuestras vidas. Porque nuestro deseo por los seres especiales en nuestra vida no es simplemente un deseo superior al del resto de las cosas sino que fundamentalmente de otra categoría.
Imagínense y espero que sólo sea una imaginación, imaginen perder a ese ser amado, la persona más importante de tu vida. Al perder a tu amada o amado, a ese ser por el cual daríamos todo con tal de salvar su vida. Si nos damos un tiempo para pensar en una pérdida de ese calibre podemos darnos cuenta que cuando perdemos a quien amamos más que todo, no sólo perdemos algo que deseamos; comenzamos a perder la habilidad misma de desear.

En otras palabras,  no hemos perdido algo que deseábamos, sino que nuestro deseo de desear se ha ido con esa persona. Entonces repentinamente ese auto que tanto deseábamos ya no lo deseamos, ese ascenso con su aumento de sueldo ya no nos importa, nos da lo mismo todo lo que antes tenía sentido para nosotros. Entramos en una etapa de angustia, depresión donde ya no deseamos nada, muchas veces ni siquiera queremos comer.
En este momento descubrimos que las personas que amamos no solo son un objeto de deseo sino que es a través de ellos que el deseo es sostenido y de ellos nace nuestra capacidad o habilidad de desear.
No es entonces la mera existencia de estos seres amados la que ilumina nuestras vidas con un propósito sino que es el deseo de nuestros seres amados lo que tiene estos efectos radiantes. No es necesario que estas personas mueran, puede ser que aun estando con nosotros experimentemos el sentimiento de que ya no nos aman entonces todo el dolor y sufrimiento descrito más arriba comienza a tomar lugar en nuestra vida. O por otra parte, puede ser que la persona que amamos esté al otro lado del mundo pero si sabemos que aun nos ama y que nos desea entonces ese deseo nos sostiene durante la ausencia.
Por lo tanto, lo que realmente deseamos y lo que yo realmente deseo es el deseo de aquellas personas que yo deseo.

lunes, 11 de junio de 2012

ESPERAR



Salmos 130:5-7
Espero en el SEÑOR; en El espera mi alma, Y en Su palabra tengo mi esperanza.
Mi alma espera al Señor Más que los centinelas a la mañana; Sí, más que los centinelas a la mañana.
Oh Israel, espera en el SEÑOR, Porque en el SEÑOR hay misericordia, Y en El hay abundante redención.

Romanos 8:24-25
Porque en esperanza hemos sido salvados, pero la esperanza que se ve no es esperanza, pues, ¿por qué esperar lo que uno ve?
Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia (perseverancia) lo aguardamos.
 

Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento describen nuestra existencia en relación a Dios como una relación de espera. En el salmista hay una espera ansiosa; en el apóstol hay una espera paciente. Esperar significa no tener y tener al mismo tiempo. Porque no tenemos lo que esperamos; o, como dice el apóstol, si tenemos esperanza en lo que no tenemos, entonces esperamos aquello. La condición de la relación del hombre con Dios es primero que todo una de no tener, no ver,  no saber, y no alcanzar. Una religión en la que eso se olvida, no importando cuan estática o activa o razonable sea, remplaza a Dios por su propia creación de una imagen de Dios.
Nuestra vida religiosa está más caracterizada por ese tipo de creación que por cualquier otra cosa. Pienso en el teólogo que no espera a Dios, porque lo posee, encerrado dentro de una doctrina. Pienso en el estudiante Bíblico que no espera a Dios, porque lo posee, encerrado dentro de un libro. Pienso en el hombre de iglesia que no espera a Dios, porque lo posee, encerrado dentro de su propia experiencia. No es fácil hacer perdurar esto de no tener a Dios, de esperar a Dios. No es fácil predicar cada domingo sin  convencernos a nosotros mismos y a los demás de que tenemos a Dios y podemos disponer de Él. No es fácil proclamar a Dios a los niños y paganos, a los escépticos y secularistas, y al mismo tiempo dejarles en claro que nosotros mismos no poseemos a Dios, de que nosotros también esperamos a Dios. Estoy convencido de que gran parte de la rebelión en contra del Cristianismo es debido  a la evidente o velada declaración de los Cristianos de poseer a Dios, y por lo tanto, también, a la perdida de este elemento de espera, tan decisivo para los profetas y los apóstoles. No caigamos en el error de pensar que, porque ellos hablaban de esperar, estaban refiriéndose meramente a esperar el fin, el juicio y el cumplimiento de todas las cosas, y no de esperar a Dios, Quien habría de traer ese final. Ellos no poseían a Dios; Ellos esperaban a Dios. ¿Pues como puede Dios ser poseído? ¿Es Dios una cosa que puede ser tomada y conocida en medio de otras cosas? ¿Es Dios menos que un ser humano? Siempre tenemos que esperar a un ser humano. Aun en la comunión más intima entre seres humanos, existe un elemento de no tener y no saber, y de espera.
Por lo tanto, ya que Dios está infinitamente escondido, es libre, e incalculable, debemos esperar por Él de la forma más absoluta y radical. Él es Dios para nosotros sólo en la medida en que no lo poseemos. El salmista dice que todo su ser espera al Señor, indicando que esperar a Dios no es meramente una parte de nuestra relación con Dios, sino que la condición de esa relación como un todo. Tenemos a Dios a pesar de no tenerlo.
Pero, aunque esperar no sea tener, también es tener. El hecho de que esperamos por algo muestra que de alguna manera ya lo poseemos. Esperar anticipa aquello que no es real todavía. Si esperamos en esperanza y paciencia, el poder de aquello por lo que esperamos ya tiene efecto dentro de nosotros. Aquel que espera de forma definitiva no está lejos de aquello por lo que espera. El que espera en absoluta seriedad está ya alcanzado por aquello por lo que espera. El que espera en paciencia ya ha recibido el poder de aquello por lo que espera. El que espera apasionadamente ya es él mismo un poder activo, el poder más grande de transformación en la vida personal e histórica. Somos más fuertes cuando esperamos que cuando poseemos. Cuando poseemos a Dios, lo reducimos a esa pequeña parte que conocimos y alcanzamos de Él; y lo hacemos un ídolo.  Sólo en la adoración de ídolo puede uno creer en la posesión de Dios. Hay mucho de esta idolatría entre los Cristianos.
Pero si sabemos que no lo conocemos, y si esperamos por Él para que Él mismo se nos revele, entonces ahí realmente sabemos algo de Él, luego somos alcanzados y conocidos y poseídos por Él. Entonces es ahí que somos creyentes en nuestra incredulidad, y que somos aceptados por Él a pesar de nuestra separación de Él. 
No olvidemos, sin embargo, que esperar es una tremenda tensión. Se opone a toda complacencia de no tener nada, indiferencia o contentamiento cínico hacia aquellos que tienen algo, y la indulgencia en la duda y la desolación. No hagamos que nuestro orgullo de no poseer nada sea una nueva posesión. Esa es una de las grandes tentaciones de nuestro tiempo, porque hay algunas cosas que quedan que las podemos reclamar como posesiones. Y caemos en la misma tentación cuando nos jactamos, en nuestro intento de poseer a Dios, de que no lo poseemos. La respuesta divina para tal intento es un vacío total. Esperar no es desolación es la aceptación de no tener, en el poder de aquello que ya tenemos.
Nuestro tiempo es un tiempo de espera; esperar es su destino especial. Cada momento es un momento de esperar, esperar por la irrupción de la eternidad. Todo el tiempo avanza. Todo el tiempo, tanto en la historia como en la vida personal, es una expectativa. El tiempo mismo está esperando, esperando no por otro tiempo, sino que esperando por aquello que es eterno.


- Paul Tillich

viernes, 8 de junio de 2012

LA GRACIA



Una de las mejores descripciones de la gracia la encontré en la película de Terrence Malick. "Tree of Life" (El Árbol de la Vida).

"... nos enseñaron que hay dos caminos en la vida: el camino del instinto y el camino de la gracia. Tienes que elegir cuál seguir. La gracia no intenta satisfacerse a sí misma. Acepta ser desairada, olvidada, despreciada. Acepta insultos y heridas.
El instinto sólo quiere satisfacerse a sí mismo, hace que otros también lo satisfagan. Le gusta ser arrogante ante otros, salirse con la suya. Encuentra razones para ser infeliz cuando todo el mundo brilla a su alrededor y el amor está sonriendo sobre todas las cosas..."

lunes, 4 de junio de 2012

ERES ÚNICO

"PROPAGA LA ANARQUÍA                                            NO ME DIGAS QUE HACER!!"
"Cuando Algo se sobre extiende, se revierte sobre sí mismo"     - McLuhan


Los seres humanos tenemos la tendencia natural de vivir tratando de convencer a los demás que nuestra postura en la vida es la correcta o por lo menos mejor que las otras.
Salgo a la calle y donde mire ahí hay alguien diciéndome cómo debo pensar. Miro un cartel y me dice que teléfono debo tener, que desodorante es el mejor y que zapatos comprar. Me llaman por teléfono para decirme cual es el mejor banco y los seguros que debo tener. Rápidamente nos vemos envueltos en un sistema, un sistema que no perdona, que no te espera, que no para, un sistema que está moviéndose en la dirección de lo automático, donde tu opinión es cada vez menos importante, lo que importa es lo que esté de moda, lo que traiga los mejores ingresos y lo que sea más atractivo socialmente.
En ninguna parte nos permiten sacar nuestras propias conclusiones, encontrar las respuestas a nuestras preguntas sin que nos digan cuales son las respuestas. Vamos al colegio y ahí los profesores nos dictan las cosas tal cual fueron establecidas ¿por qué? eso no es importante saberlo, lo importante es saber que así son. Entonces crecemos sabiendo cosas, asumiendo teorías, dando todo como un hecho pero nunca se nos permitió meditar al respecto, evaluar lo que estábamos procesando.
Hoy en día alguien se levanta con una opinión y todos deben apoyarla, si no apoyas esa noción entonces eres un fascista o un comunista, una de dos, un chupa sangre o un resentido.

Hace un tiempo atrás en la República Chilena, una mujer apareció en los noticiarios y fue material de comentarios para todos los "grades pensadores" de esta nación. Resulta que la mujer era acusada de discriminación porque en su condominio se les exigía a los trabajadores ser transportados en vehículos hacia la portería, no podían ellos, por normas del recinto privado, transitar libremente por el condominio. ¿Cuál fue la reacción de los medios? Aparentemente a nadie le gustó la opinión de la mujer, se invalidó su postura a nivel social (porque la ley le dio a ella la razón). Fue tratada de fascista, racista, clasista, hueca, etc. Debemos permitirnos el privilegio de recapitular, meditar y emitir nuestras propias conclusiones, no simplemente adoptar las posturas de los medios. Porque no somos ningunas marionetas de nadie, no somos títeres sin vida, somos individuos con capacidad de análisis. Por qué tomo el ejemplo de esta mujer de un barrio exclusivo donde hay normas respecto de los extraños, trabajadores o cualquiera que no sea propietario de una vivienda en ese condominio. Lo digo porque conozco algunos casos de gente que se ha ido a vivir a esos lugares (lejanos a la ciudad para los que no conocen el caso) producto de experiencias traumáticas en la ciudad y sus barrios supuestamente seguros. Conozco el caso de una familia que vivía en uno de los barrios más exclusivos de la Capital, los cuales fueron intimidados por delincuentes, secuestrados en su propia casa, abusados y maltratados aparte de ser robados de todas sus pertenencias de valor. Decidieron mudarse a un condominio en Chicureo, lejos de la ciudad, donde hay reglas porque ya no confían en nadie y quieren tener la libertad de tener normas para poder vivir tranquilos. Su trauma les ha traído desconfianza de cualquier extraño que se pueda acercar a sus hijos, a sus casas, a sus vidas.
Pensar en un caso así es difícil, lo fácil es simplemente decir: Esta gente es clasista y me dan asco!
Hoy en día está muy de moda el concepto de “open minded”, ser abiertos de mente.  Se ha hablado mucho al respecto y pienso que es muy bueno el concepto.  El apóstol Pablo está siempre haciendo hincapié a su audiencia a que abran sus mentes, a que dejen su vieja manera de pensar, a que rompan con sus estructuras conductuales. Cambia tu mente. Y hoy en día se habla mucho de esto, pero tristemente vemos que se ha degenerado el concepto, se ha manipulado y usado como bandera de los sectores socialistas como pase libre al libertinaje. 
Otro concepto que me gustaría sumar a la exposición es el de “Derechos Humanos”, otro que ha sido muy manipulado políticamente para mover masas. Y digo manipulado porque los mismos personajes que en Chile, Argentina, Venezuela, Bolivia, etc .  están juzgando algunos eventos de abuso de poder, sin embargo en otros casos de abuso de poder (pero ocasionados por co-partidarios) no dicen nada, no hacen nada, están prácticamente y muchas veces apoyando esas causas.
Por consiguiente, nos vemos enfrentados a una sociedad que nos está creando un Caballo de Troya, que aparentemente es un llamado a la apertura de mente, a la tolerancia, al respeto, al amor, a la igualdad de derechos como ser humano, a la libertad de expresión, a la libertad de opinión y pensamiento pero simplemente dentro de este Caballo de Troya hay más esclavitud, hay más reglas, leyes, pensamientos designados y ya diseñados, ideologías, banderas políticas, etc.
En la primera imagen de esta publicación vemos un grafiti que está instando a las masas a ser parte de la anarquía. Siendo que la anarquía es una organización no organizada, donde las reglas son no tener reglas. Este mensaje está tachado y abajo dice: No me digas que hacer!
Porque si tu postura está a favor del matrimonio homosexual, entonces has logrado ser “open minded”, eres moderno y muy bien recibido por los sectores defensores de los derechos humanos y de apertura de mente. Pero si no estás a favor del matrimonio homosexual, entonces eres un retrogrado, fascista, homofóbico, en otras palabras no bien recibido por estos sectores. Entonces te das cuenta que el objetivo no era tener libertad de expresión ni abrir la mente si no que era simplemente apoyar su opinión, adoptar sus pensamientos e ideas.
En la iglesia vemos el mismo caso en viceversa. ¿Por qué? Porque en la iglesia hoy en día se están dictando reglas, leyes, estructuras que no te permiten analizar, evaluar, meditar. Todo debes preguntárselo a tu líder, a tu pastor, a quien sea y esto te invalida, y te convierte en un seguidor sin  ninguna diferencia del seguidor del partido político X. Pues ambos están siguiendo la masa y ninguno está siendo único. Dios nos creó únicos, nos hizo detalladamente únicos. Jamás habrá alguien igual a nosotros, nunca!
Eres único, respeta tu originalidad!


sábado, 2 de junio de 2012

¿DEUS EX MACHINA O DIOS DE LA VIDA?

Que fácil ha sido acostumbrarnos a vivir con un concepto de Dios en nuestras mentes que es más bien el simple concepto de un dios de la religión.
Cada vez que logro aprender algo más de este Dios, tan infinito, termino confesando y haciendo uso de las palabras de Sócrates: "sólo sé que no sé nada". Y es que pensar que conocemos de verdad a Dios automáticamente diseña en nuestras mentes un principio y un fin de algo que no tiene ni principio ni fin. Pensar que Dios puede ser encapsulado en nuestras definiciones, descripciones u opiniones es pensar que podemos contener los océanos en un vaso.
Pienso que debemos meditar en nuestros conceptos verdaderos de quien es Dios para nosotros. Una vez definido realmente lo que entendemos por Dios, entonces debemos ser honestos con nosotros mismos para definir si estamos engañándonos, o estamos equivocados o simplemente no conocemos a Dios. Pues muchas veces erramos porque simplemente no le conocemos. Y hablo del tipo de conocimiento del que hablaban las cartas de Juan, del griego GINOSKO que es un conocimiento de experiencia, no de teoría.
Muchas veces decimos y queremos creer que Dios es el ser supremo, sobrenatural, en torno a quien todo gira. Pero en nuestros corazones es simplemente un empleado que tenemos, el cual cumple muy bien con sus responsabilidades asignadas, es "multitask" y además puede estar en varios lugares al mismo tiempo.
Es aquí donde entramos a incorporar el concepto de "Deus ex Machina".

Deus ex Machina es una expresión latina que significa dios surgido de la máquina, proviene del griego  apò mēchanḗs theós. Este concepto nace del teatro griego y romano producto de la ocasión en que una grúa (machina) hacía aparecer en el escenario, desde arriba, un dios o deidad (deus) para resolver una situación. Este dios sería una solución a un problema presentado en la narración con tal de lograr mantener la atención principal de la historia ante cualquier imprevisto o problema surgido que pudiese afectar su éxito.
Hoy en día "Deus ex Machina" es usado en referencia a cualquier elemento externo que resuelve una historia sin seguir su lógica interna.
Un ejemplo del uso de Deus ex Machina es en el caso que un actor de alguna serie de TV o en medio del rodaje de una película tenga que abandonar el proyecto o simplemente por su muerte. En este caso muchas veces inventan una rara y rápida enfermedad, accidente o cualquier cosa que dentro de la trama les permita sacar al personaje para siempre. En otras ocasiones es muy usado para brindar un final feliz a una película. Como un príncipe que aparece y soluciona el gran problema central o un evento de tipo catástrofe natural que cambia el destino fatal de la historia. Es ese el concepto Deus ex Machina, un comodín o parche para ser usado en casos de emergencia.
La religión y su estructura nos ha hecho creer que Dios es para nosotros un Deus ex Machina. Que podemos invocarlo como quien frota la lampara de Aladino para que venga en nuestro socorro. Entonces escuchamos a cristianos decir que Dios les tenía un estacionamiento frente a la puerta del edificio. O escuchamos comentarios como "Señor, cuídame la casa mientras estamos de vacaciones" o "Señor Sáname" después que comí como un cerdo o he sido un irresponsable con mi salud. "Señor aumentame el sueldo" y no merecemos ni el que tenemos actualmente. Recuerdo en una ocasión, debe ser uno de los testimonios más chistosos que he escuchado hasta ahora, un hermano en los EEUU pasó a contar un tristemonio y dijo lo siguiente: "Hermanos quiero dar gracias al Señor frente a uds. porque ayer yo tenía mucho sueño y no quería ir a trabajar, entonces cuando llegué al trabajo se había muerto un supervisor así que se suspendieron las labores por todo el día. Así que gracias al Señor porque me permitió irme a casa a dormir y tener todo el día libre". Cosas como estas y tal vez otras no tan exageradas me han hecho preguntarme lo siguiente:

¿Es Dios el amo o soy yo el amo?
¿Es Dios mi sirviente o soy yo su servidor?
¿Vivo para Él o Él vive para mí?

Al usar en la religión y en su estructura a estos Deus ex Machina para cualquier problema que tenemos, caemos en el surrealismo y en el encapsulamiento de un Dios infinito, el cual no puede ser contenido jamás. Al pensar que Dios es ese dios nos engañamos a nosotros mismos y vivimos vidas incompletas. Vivimos vidas que no son plenas que siempre carecen de algo pues estamos creyendo que es Dios quien ha ido interviniendo a lo largo de "esta obra de teatro llamada vida", sacándonos de aprietos en cada situación que necesita de su intervención divina. El vivir esta vida terrenal de esa manera nos impide enfrentar nuestra realidad, nos impide darle la cara a nuestros problemas, nos impide llorar cuando hay que llorar, estar de luto cuando hay que estar de luto y sangrar cuando hay que sangrar. Deus ex Machina nos impide presentarnos en el GETSEMANÍ y enfrentar la desolación, la ansiedad, la culpa y la desesperación. Nos impide llorar y sudar sangre producto de la tensión, el estrés y la impotencia. Deus ex Machina no nos permite ir desde el Getsemaní al Golgota donde no tenemos apariencia siquiera para ser amados, donde estamos desfigurados, sin fuerzas para cargar nuestra propia carga. Deus ex Machina no nos permite estar en la cruz desahuciados por el padre. Tener la capacidad de enfrentar el sufrimiento abrirá los ojos del entendimiento y cuando te preguntes ¿Dónde está Dios cuando yo estoy sufriendo? podras darte cuenta que Dios está a tu lado, clavado en la cruz, y lo puedes ver cara a cara y él te dirá: Yo sé cómo te sientes!
 Y si no somos capaces de enfrentar nuestro dolor, nuestra desolación y gritar junto con Cristo:
 "Elí Elí lama sabachthani!" (Dios mío, Dios mío,¿Por qué me has desamparado?) entonces nunca podremos conocer lo que es la Resurrección.
Entrar a la vida eterna (aionios zoe) es participar en la resurrección de Cristo y experimentar su vida en nosotros es producto del enfrentamiento cara a cara con nuestra realidad, nuestro dolor y nuestra culpa. Es ahí cuando Dios deja de ser un simple dios, un deus ex machina, y es ahí cuando realmente conocemos al Dios de la vida y comenzamos a explorar su cualidad de infinito, dejando de lado al dios de la religión.