jueves, 8 de noviembre de 2012

LAS ETIQUETAS MIENTEN. NO LAS ACEPTES, NO LAS USES.

(FAG se traduce "MARICÓN")
 
Un profesor te dijo que eras "Lento". Tu papá te decía que eras "Maricón". Un predicador te gritoneó diciendo que ibas a ir al infierno por lo que habías hecho. Tu mejor amiga te dijo que te veias gorda con esos pantalones rojos. La revista de moda dice que el sexo es la única forma de ser sensual  y que ser delgada es lo que te hace mejor que los demás. En algún momento, en algún lugar, alguien te dijo algo acerca de tu persona y esas palabras son mentiras que llegan a lo profundo de tu mente. Esas mentiras las creíste y te etiquetaste. Comenzaste a caminar esta vida colgando etiquetas en tu cuerpo y al verlas día a día comenzaste a creerlas cada día más. Esas etiquetas te han definido y te han hecho creer a ti y a los demás que es esa etiqueta la que describe tu identidad.
 
(Worthless se traduce "INSIGNIFICANTE")

Llevar estas etiquetas en la vida ha creado una prisión en nuestra mente, una prisión de la cual no podemos escapar. La esclavitud a una vida determinada, está ligada directamente al hecho de aceptar estas etiquetas como nuestra realidad. La libertad no viene dada por cuan anti-estructuras seamos, más bien la libertad es auténtica cuando se han erradicado completamente de la mente las etiquetas que te definen. Muchas veces pensamos que hemos sido libres de cierta esclavitud, pero lo único que hemos hecho ha sido renovar nuestra etiqueta por una distinta, por una más agradable, cómoda, ligera de llevar. Jesús viene a este mundo para hacernos libres, no para cambiarnos de celda. Estas mentiras revelan nuestras peores derrotas, estas etiquetas reflejan nuestras heridas más profundas y quisiéramos tener la capacidad de esconderlas y que nadie pueda leerlas para tal vez de esa forma, ser libres. Pero es cuando podemos enfrentar estas etiquetas, cuando podemos evidenciarlas, cuando somos honestos con nosotros mismos, que logramos ver a Cristo cara a cara. Cuando reconocemos que necesitamos la restauración de nuestras vidas y que alguien quite estas etiquetas que tanto daño nos hacen. Es ahí, en ese preciso momento, cuando nos encontramos cara a cara con nuestro creador, quien nos hace saber que esas etiquetas son mentiras. Jesús no vino a este mundo a etiquetar a la gente como "PECADORES", "PERRAS", "ESTÚPIDOS INCOMPETENTES", más bien viene a escribir en nosotros amor. Viene a mostrarnos lo que siempre hubo en nosotros, su imagen; a darnos la oportunidad de ser verdaderamente libres.

Nuestra misión es ser como nuestro único maestro, Jesús. Un ser supremo que saca lo mejor de cada ser humano, que es capaz de darnos una nueva oportunidad de escribir en nuestros brazos la libertad y el amor que tanta falta nos hacía. En esta misión encontramos nuestra urgente tarea de terminar con estas etiquetas, en primer lugar dejar de creer a todo lo que este mundo y sistema ha dictaminado sobre nuestras vidas, realmente creer que todas las cosas son hechas nuevas y renovar nuestras mentes. Y en segundo lugar, es nuestra tarea irrenunciable la de detener, terminar, extirpar de nuestra boca y pensamientos el hábito de etiquetar a los demás. Cada vez que juzgamos a alguien por su comportamiento, estamos siendo como los fariseos religiosos que no entendieron el fondo del evangelio y simplemente vivieron tratando de cumplir con mandatos. Es esencial en el evangelio que nos muestra Jesús, la importancia que tienen las personas por sobre todas las cosas, un ser humano es algo muy importante para Dios. La religión siempre puso el énfasis en el comportamiento del ser humano por sobre el ser humano mismo. Debemos aprender a amar a nuestro prójimo independientemente del comportamiento que pueda tener, pues el amor vive en aquellos que tienen a Dios y los que no tienen amor, entonces no tienen a Dios en sus vidas.
Cada vez que etiquetamos a alguien, estamos destruyendo algo creado por Dios. Estamos diciendole a Dios que hace mal su trabajo y que nosotros lo haríamos mejor que Él. Muchas veces pensamos que el evangelio se vive sólo en mi metro cuadrado, que se vive dentro de mi pequeña y limitada visión. Pero el evangelio son las buenas noticias de un reino que debemos traer los Hijos de Dios a esta tierra, para que así la voluntad de Dios se haga aquí - en mi planeta - como se hace en el cielo.
Es la identidad suprema y divina de Dios la que nos ha creado a todos con particularidades y no existe un sólo ser en la tierra que sea igual a otro. Todo ha sido creado de forma única y esa originalidad es la virtud máxima de los seres humanos, cada uno fue hecho distinto y en esto podemos ver la magnificencia de Dios. Si alguien no piensa igual que tú, no es un problema y debemos dejar de verlo como un problema, es simplemente así como lo diseñó Dios. Dios no comete errores y debemos tener mucho cuidado con lo que insinuamos con nuestra actitud, pues podemos estar cometiendo el mismo error que cometió Lucifer al creernos superiores al creador. Jesús no nos llama a dividirnos, nos llama a amarnos. Dejemos de etiquetar a nuestro prójimo y dejemos de creer las etiquetas que nos pusieron.
Dios te ama tal cual eres, si has practicado la brujería, si has matado a otra persona, si has cometido fraudes y has abusado de otra persona, si prostituiste tu cuerpo, si te cambiaste de sexo, si tienes una orientación distinta al común denominador, si no te sientes aceptado o bienvenido en esta sociedad dejame decirte que sí eres bienvenido en el reino de los cielos. Dios te ama y ve en ti un ser hermoso que fue creado a imagen y semajanza de Él. Amémonos más y traigamos su reino a la tierra, para que por fin se haga su voluntad como se hace en el cielo.


4 comentarios:

  1. Una vez leí en un artículo, a un hombre que paso por una tienda de tatuajes y vio que una joven tatuada en su brazo una frase que decía “Nacida para Perder” el hombre muy extrañado le pregunta al Joven tatuador, ¿por qué esa Señorita dibuja esa palabra en su brazo? y el joven responde: el problema no es lo que ella escribe en su brazo, el problema es que ella lo tiene grabado en su corazón…
    Yo deseo que todos podamos tener tatuado en nuestro corazón la identidad correcta, clara, restauradora, trasformadora y viva, que nos regalo Cristo, aceptándonos tal cual somos, con todos nuestros defectos y virtudes…

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    1. Es por eso que Pablo hace tanto enfasis en la renovación del entendimiento, de la identidad y de morir y nacer de nuevo.

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  2. Que bueno es saber que en Cristo "la vieja manera de pensar" fue destruida para dar paso a una nueva mentalidad, basada en lo que el Señor piensa de nosotros y no en los comentarios destructivos de los demás.

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  3. Nacidos de nuevo, necesitamos nacer de nuevo, esa es la palabra, el El Señor nacemos de nuevo, a una nueva Criatura sin entiquetas, que maravillosa es la Gracia de nuestro Padre, que toma nuestras vidas y las transforma, y solo tenemos un nombre, HIJOS DE DIOS.

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