martes, 13 de noviembre de 2012

¿QUE TIENE DE MALO NUESTRO MENSAJE?


Un par de años atrás el papa llamó a los líderes de la iglesia católica a reflexionar respecto a lo ocurrido en materias de escándalos de abuso sexual. Sus palabras fueron las siguientes:
“Debemos preguntarnos qué podemos hacer para reparar en lo que más podamos las injusticias ocurridas… Debemos cuestionarnos qué estuvo incorrecto en nuestro mensaje, en nuestra forma completa de configurar al ser cristiano, que permitió que ocurriera semejante cosa. Debemos encontrar una nueva determinación en la fe y la bondad.”

Esta reflexión apunta al análisis profundo de todo lo que creemos, de todo lo que hacemos, del motivo mismo de existir. Es en ese análisis que será posible descubrir dónde está el problema que originó la desviación completa del plan inicial. 
Es este análisis que se plantea la iglesia católica romana el cual debe hacerse la iglesia protestante, la iglesia ortodoxa y en sí todo ser humano, es posible generar cambios drásticos que permiten la reparación y recapitulación de un propósito y su proceso. Pues es fácil convertirse en un ser que hace una vida sin saber por qué la hace, es fácil convertirse en un ser que no sabe a donde va ni de donde viene por ende será muy fácil perderse. Es cuando dejamos de cuestionar nuestras creencias y pensamos que ya hemos descubierto la última palabra, que hemos perdido de vista el horizonte y malgastamos nuestras vidas tratando de encontrar un camino que desconocemos.

Podemos ver cómo a lo largo de la historia de la iglesia, muchos personajes han recibido una revelación (un Rhema) y han tomado decisiones que han sido de gran bendición para muchos. Pongo el ejemplo de Martín Lutero, un sacerdote católico romano al cual le fueron abiertos los ojos del entendimiento y logró comprender las verdades de Cristo. El descubrir algunas cosas le permitieron traer toda una revolución, la famosa reforma. Hasta ahí la historia parece ir bien pero todas estas personas que bebieron de esta revelación, se sentaron a digerir lo que habían recibido. Habiendo digerido sintieron que habían descubierto la última palabra y dejaron de buscar la revelación de Dios. Pensaron que eso era todo y al dejar de cuestionar lo que creían, al dejar de analizar sus estatutos entonces se estancaron y dejaron de avanzar.
Luego hay un grupo que recibe otra revelación respecto a algunas creencias, un grupo que se atrevió a cuestionar lo que creían y crearon una nueva revolución, son llamados “anabaptistas”. Los grupos anabaptistas desafiaron las costumbres del bautismo a los bebés basandose en las escrituras (la decisión de cada persona). Este grupo fue perseguido por la iglesia anglicana, luterana y los mismos católicos romanos. Para resumir el análisis podemos ver cómo funciona la iglesia católica, cómo funciona la iglesia luterana, cómo funcionan los movimientos anabaptistas (Amish, Menonitas, Huteritas, Iglesia de los Hermanos) y vemos que todos han recibido algo de Dios, una revelación de una parte de la verdad, sin embargo la última palabra no ha sido dicha aun. Es fácil estancarse, es fácil aprender algo que parece tan grande y pensar que ya eso fue todo.
Hombres con corazones admirables como Martín Lutero, Menno Simons, Thomas Müntzer, Alexander Mack, John Wesley, Phillip Jakob Spener y muchos otros que vivieron con pasión defendiendo lo que Dios les había entregado pero crearon organizaciones que se estancaron, que creyeron haberlo oido todo y esto los desvió del propósito de Dios, muchos de ellos pasando a ser simples sectas. Como si un músico al terminar de componer su último hit radial pensara que esa fue la última canción, que nadie más va a poder hacer otra canción después de esta ya que no podría haber algo más después de esto.
No nos convirtamos en una organización. Aunque creas que eres libre de estructuras y que sólo quieres basarte en las escrituras, es un trabajo colectivo y Dios se va a revelar a su iglesia no a ciertos grupitos que creen saberlo todo. 


Espero que jamás caigas en la trampa de creer que ya lo sabes todo y que no hay nada más por descubrir. Dios es mucho más grande que tu mente y todo lo que has recibido no es todo lo que Dios tiene para dar ni tampoco te lo va a dar sólo a ti. Dios no se relaciona con individuos, Dios tiene una Iglesia y la verdad la recibirá la Iglesia. No mi organización, no mi denominación, no mi Iglesia Interdenominacional o mi grupo de hermanos sin nombre. Es la Iglesia de Dios, la suma de hijos de Dios, de discipulos de nuestro maestro, Jesús. No nos permitamos la comodidad en nuestras creencias.
Cuestionar nuestras costumbres y nuestras creencias no nos aleja de Dios, al contrario, nos hace cada vez más como Cristo.

Otro Católico Romano, el Fr. Vincent Donovan, en su libro “Cristianismo Redescubierto” dice lo siguiente:
“Nunca aceptes ni te contentes con suposiciones sin analizar, suposiciones acerca del trabajo, acerca de la gente, acerca de la iglesia o del Cristianismo. Nunca tengas temor de hacer preguntas acerca del trabajo que hemos heredado o del trabajo que estamos haciendo. No hay una pregunta que no deba ser hecha o que esté prohibida. El día en que estemos completamente satisfechos con lo que hemos estado haciendo; el día en que hemos encontrado el sistema de trabajo perfecto e inmodificable, la respuesta perfecta, nunca con la necesidad de ser corregidos nuevamente, ese día sabremos entonces que estamos equivocados, que hemos cometido el peor de todos los errores."

2 comentarios:

  1. Excelente mensaje, creo que da en plena cabeza del clavo, debemos volver a ser radicales con los principios de Dios y no con los términos impuestos por cualquier religión. Debemos dejar nula opción de que los seres humanos podamos manipular el verdadero evangelio, el verdadero mensaje, la verdadera gracia, el verdadero amor.

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  2. visitando su blog, bendiciones
    mi blog www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com

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