sábado, 2 de junio de 2012

¿DEUS EX MACHINA O DIOS DE LA VIDA?

Que fácil ha sido acostumbrarnos a vivir con un concepto de Dios en nuestras mentes que es más bien el simple concepto de un dios de la religión.
Cada vez que logro aprender algo más de este Dios, tan infinito, termino confesando y haciendo uso de las palabras de Sócrates: "sólo sé que no sé nada". Y es que pensar que conocemos de verdad a Dios automáticamente diseña en nuestras mentes un principio y un fin de algo que no tiene ni principio ni fin. Pensar que Dios puede ser encapsulado en nuestras definiciones, descripciones u opiniones es pensar que podemos contener los océanos en un vaso.
Pienso que debemos meditar en nuestros conceptos verdaderos de quien es Dios para nosotros. Una vez definido realmente lo que entendemos por Dios, entonces debemos ser honestos con nosotros mismos para definir si estamos engañándonos, o estamos equivocados o simplemente no conocemos a Dios. Pues muchas veces erramos porque simplemente no le conocemos. Y hablo del tipo de conocimiento del que hablaban las cartas de Juan, del griego GINOSKO que es un conocimiento de experiencia, no de teoría.
Muchas veces decimos y queremos creer que Dios es el ser supremo, sobrenatural, en torno a quien todo gira. Pero en nuestros corazones es simplemente un empleado que tenemos, el cual cumple muy bien con sus responsabilidades asignadas, es "multitask" y además puede estar en varios lugares al mismo tiempo.
Es aquí donde entramos a incorporar el concepto de "Deus ex Machina".

Deus ex Machina es una expresión latina que significa dios surgido de la máquina, proviene del griego  apò mēchanḗs theós. Este concepto nace del teatro griego y romano producto de la ocasión en que una grúa (machina) hacía aparecer en el escenario, desde arriba, un dios o deidad (deus) para resolver una situación. Este dios sería una solución a un problema presentado en la narración con tal de lograr mantener la atención principal de la historia ante cualquier imprevisto o problema surgido que pudiese afectar su éxito.
Hoy en día "Deus ex Machina" es usado en referencia a cualquier elemento externo que resuelve una historia sin seguir su lógica interna.
Un ejemplo del uso de Deus ex Machina es en el caso que un actor de alguna serie de TV o en medio del rodaje de una película tenga que abandonar el proyecto o simplemente por su muerte. En este caso muchas veces inventan una rara y rápida enfermedad, accidente o cualquier cosa que dentro de la trama les permita sacar al personaje para siempre. En otras ocasiones es muy usado para brindar un final feliz a una película. Como un príncipe que aparece y soluciona el gran problema central o un evento de tipo catástrofe natural que cambia el destino fatal de la historia. Es ese el concepto Deus ex Machina, un comodín o parche para ser usado en casos de emergencia.
La religión y su estructura nos ha hecho creer que Dios es para nosotros un Deus ex Machina. Que podemos invocarlo como quien frota la lampara de Aladino para que venga en nuestro socorro. Entonces escuchamos a cristianos decir que Dios les tenía un estacionamiento frente a la puerta del edificio. O escuchamos comentarios como "Señor, cuídame la casa mientras estamos de vacaciones" o "Señor Sáname" después que comí como un cerdo o he sido un irresponsable con mi salud. "Señor aumentame el sueldo" y no merecemos ni el que tenemos actualmente. Recuerdo en una ocasión, debe ser uno de los testimonios más chistosos que he escuchado hasta ahora, un hermano en los EEUU pasó a contar un tristemonio y dijo lo siguiente: "Hermanos quiero dar gracias al Señor frente a uds. porque ayer yo tenía mucho sueño y no quería ir a trabajar, entonces cuando llegué al trabajo se había muerto un supervisor así que se suspendieron las labores por todo el día. Así que gracias al Señor porque me permitió irme a casa a dormir y tener todo el día libre". Cosas como estas y tal vez otras no tan exageradas me han hecho preguntarme lo siguiente:

¿Es Dios el amo o soy yo el amo?
¿Es Dios mi sirviente o soy yo su servidor?
¿Vivo para Él o Él vive para mí?

Al usar en la religión y en su estructura a estos Deus ex Machina para cualquier problema que tenemos, caemos en el surrealismo y en el encapsulamiento de un Dios infinito, el cual no puede ser contenido jamás. Al pensar que Dios es ese dios nos engañamos a nosotros mismos y vivimos vidas incompletas. Vivimos vidas que no son plenas que siempre carecen de algo pues estamos creyendo que es Dios quien ha ido interviniendo a lo largo de "esta obra de teatro llamada vida", sacándonos de aprietos en cada situación que necesita de su intervención divina. El vivir esta vida terrenal de esa manera nos impide enfrentar nuestra realidad, nos impide darle la cara a nuestros problemas, nos impide llorar cuando hay que llorar, estar de luto cuando hay que estar de luto y sangrar cuando hay que sangrar. Deus ex Machina nos impide presentarnos en el GETSEMANÍ y enfrentar la desolación, la ansiedad, la culpa y la desesperación. Nos impide llorar y sudar sangre producto de la tensión, el estrés y la impotencia. Deus ex Machina no nos permite ir desde el Getsemaní al Golgota donde no tenemos apariencia siquiera para ser amados, donde estamos desfigurados, sin fuerzas para cargar nuestra propia carga. Deus ex Machina no nos permite estar en la cruz desahuciados por el padre. Tener la capacidad de enfrentar el sufrimiento abrirá los ojos del entendimiento y cuando te preguntes ¿Dónde está Dios cuando yo estoy sufriendo? podras darte cuenta que Dios está a tu lado, clavado en la cruz, y lo puedes ver cara a cara y él te dirá: Yo sé cómo te sientes!
 Y si no somos capaces de enfrentar nuestro dolor, nuestra desolación y gritar junto con Cristo:
 "Elí Elí lama sabachthani!" (Dios mío, Dios mío,¿Por qué me has desamparado?) entonces nunca podremos conocer lo que es la Resurrección.
Entrar a la vida eterna (aionios zoe) es participar en la resurrección de Cristo y experimentar su vida en nosotros es producto del enfrentamiento cara a cara con nuestra realidad, nuestro dolor y nuestra culpa. Es ahí cuando Dios deja de ser un simple dios, un deus ex machina, y es ahí cuando realmente conocemos al Dios de la vida y comenzamos a explorar su cualidad de infinito, dejando de lado al dios de la religión.

3 comentarios:

  1. Es por eso que predicamos un "Evangelio de las ofertas". Encapsulamos a Dios y lo convertimos en un amuleto. "Ven a Dios y serás: sanado, liberado, restaurado, bendecido, ungido como diácono, ...y la lista continúa.
    Es cierto que Dios sana, libera y bendice. Pero qué pasa cuando no lo hace?
    No enojamos con Él y hasta buscamos divorciarnos de Él.

    ResponderEliminar
  2. Está en nosotros la tendencia a predicar el dios de la religión. predicamos los beneficios como si fuesemos vendedores de AFP. Cambiese de Católico a Evangélico y obtenga el triple pack plus de regalo y si llama ahora mismo incluiremos dientes de oro y además por el mismo precio una vida sin problemas ni dolor para siempre. Recuerde que los diesmos y ofrendas son por separado.

    ResponderEliminar
  3. De alguna forma queremos dar a conocer un Dios hecho a la medida, pequeño como nuestro mundo y obediente a nuestros deseos.

    ResponderEliminar